Un huerto en casa, oficina o como parte de un sistema educativo en huertos escolares, son y seguirán siendo una herramienta inigualable de regeneración socioambiental, reconexión y de cuidado al medio ambiente.
Un huerto urbano en casa, además de enseñarnos sobre el cultivo de alimentos, es una herramienta para reconectarnos de forma íntima con la naturaleza. Nos ayuda a comprender tanto sus ciclos como los nuestros, la importancia de una sana cultura alimentaria, de la salud del suelo, además del invaluable recurso que es el agua.
La expresión natural de un huerto también sirve de enlace con infinidad de temas de vital importancia para el desarrollo de culturas saludables. El huerto urbano en ciudad también es un importante paso hacia un mayor compromiso con nuestra naturaleza, la emoción de cosechar una lechuga suele dar paso a plantar un árbol, que a su vez, puede llevarnos a regenerar bosques, restaurar ríos y eventualmente transformar nuestras ciudades.
